Entrelíneas N°57
Newsletter al notariadoJulio, 2024
Pensar la profesión:
oportunidades para el futuro
Desde inicios de este año, el Consejo Directivo viene trabajando -junto con una consultora externa- en un plan de reposicionamiento de la imagen profesional del notariado. Un proyecto que comenzó con encuestas a la sociedad, continuó con monitoreo de redes sociales y culminó con workshops con colegas. Un diagnóstico imprescindible que permitirá trazar estrategias de comunicación y posicionamiento.
Las culturas organizacionales cambian constantemente, para adecuarse a las transformaciones de la sociedad. Quienes estudian las dinámicas de las instituciones destacan esta premisa como clave y remarcan cómo se han acentuado estas transformaciones durante y después de la pandemia.
En este marco, el Colegio -bajo la coordinación de la secretaria Beatriz Álvarez- se propuso un estudio profundo de las percepciones que la sociedad tiene de los escribanos. Y, paralelamente, indagar en la comunidad notarial cuán conscientes somos los escribanos de esa necesidad de transformación.
Con el asesoramiento de sociólogos, expertos de comunicación y marketing se coordinaron focus groups para rastrear las valoraciones positivas y negativas de la función notarial: ¿somos importantes para distintas capas de la comunidad?; ¿somos caros?; ¿nuestro servicio es eficiente?; ¿somos empáticos?; ¿somos distantes? A la vez, se realizó un social listening que auditó ese diálogo en redes sociales: ¿de qué y cómo habla la gente cuando menciona a los escribanos?; ¿es realmente gravitante lo que se discute en X (Twitter) o Instagram para medir la relevancia de ser escribano hoy?
La entrevista directa y la observación de las redes sociales en manos de expertos resultan, en la actualidad, dos grandes vertientes de información para evaluar lo que ve la sociedad en nosotros y lo que creemos que somos en relación a ella.
A partir de ese rastreo, se pudieron obtener lo que se entiende como “momentos de verdad” (moment of truth) de la experiencia con la actividad notarial: ese instante en el que la persona entra en contacto con un escribano y se forma una idea, positiva o negativa, esos momentos decisivos que hacen a la experiencia de consumidor de un servicio que luego los transformará en un recuerdo grato, con valor, o tal vez con una crítica.
Resultados de las encuestas. Lo que dicen y lo que pensamos
Focus groups, con usuarios y gente común, para conocer qué piensa la comunidad y qué sabe de la función notarial. Encuesta al notariado sobre la actividad, los servicios que ofrece y las proyecciones y desafíos para el futuro. Enterate de los resultados, las coincidencias curiosas y algunas diferencias importantes.
Cantidad estimada de publicaciones mensuales que hicieron mención a la profesión en Facebook e Instagram.
Como resultado de los focus groups y la encuesta, se presentó un informe con los resultados integrados de las dos audiencias estudiadas: la de los propios escribanos (419 colegas que respondieron la encuesta institucional) y la de la ciudadanía. Esta última se articuló en 4 focus groups con dos tipos de públicos: uno general (que no recurre a escribanías) y otro con usuarios del servicio notarial.
A esto, se sumó un social listening (escucha en redes sociales) en Instagram, X (Twitter) y Facebook, a partir de palabras clave vinculadas con la actividad. De este relevamiento, surge que dentro del universo de profesiones medidas, los escribanos ocupan un porcentaje muy pequeño de esa conversación digital. También que es en X (Twitter) donde más se habla de nosotros (55% de las redes medidas) y que, contra lo que podía suponerse el tono de ese diálogo, es fuertemente neutral (82%). La mayoría de los comentarios negativos giran en torno al prejuicio de “lo hereditario”, en cuanto al ejercicio de la profesión. Link al informe.
Conclusiones de la comparación de los resultados de los focus groups realizados en la comunidad y de la encuesta a escribanos:
Coincidencias entre lo que piensa la gente y la autopercepción de los escribanos
- Conocimiento: Ambos estudios exponen el bajo nivel de información que tiene la ciudadanía sobre la actividad, así como el escaso conocimiento de servicios disponibles y el impacto positivo de la intervención de un escribano. En otras palabras, la gente sabe poco de los escribanos y el 67% de los colegas sabe que la sociedad desconoce la función y el rol notarial. En una escala de 1 a 10, hay menos de 5 puntos sobre ese nivel de conocimiento.
- Confianza: Los focus groups destacan la distancia y una posición de superioridad en los escribanos. Los mismos notarios perciben la necesidad de mejorar el vínculo, reforzando la cercanía y la empatía, para fortalecer la imagen profesional.
- Trato diferencial: Donde hay frecuencia de contacto, la percepción de imagen es mucho más positiva que en las personas que recurren a un escribano de manera esporádica o única. Los escribanos coinciden con esta percepción. Se plantea un paralelismo con el valor del “médico de familia”: “me conoce”, “sabe recomendarme”, “me protege”. Los escribanos son conscientes de que son una seguridad para el requirente habitual.
Diferencias
- Lenguaje claro: Mientras los escribanos perciben que se trabaja de manera didáctica con los clientes, la ciudadanía considera que usan el lenguaje de manera excesivamente técnica, por lo que no siempre comprenden. Un 73% de los colegas considera que es claro, pero para el público, la opinión es la contraria.
- Honorarios: En los focus groups, se planteó explícitamente que los escribanos siempre resultan “caros” u “onerosos”. No entienden la razón de pagarle a alguien por “dar fe” ni de qué manera se estima ese precio. En otras palabras, surge de ese diálogo que “cobran por una firma”, concepto que coincide con uno de los resultados del social listening en redes. Desde la perspectiva de los escribanos, no hay un consenso general sobre si los honorarios son accesibles. También surgen las comparaciones con actividades vinculadas: “se cobra mucho menos que lo que percibe un corredor inmobiliario y las personas no aprecian el valor de la seguridad jurídica en la autorización de una escritura”.
- Digitalización: La sociedad vincula a los escribanos con el papel, la burocracia y los “párrafos extensos”; estilo que consideran obsoleto. Los colegas, por su parte, hacen autocrítica de su nivel de digitalización e innovación: han avanzado, pero sienten que todavía no dan una respuesta total a esas nuevas necesidades de la gente que quiere todo a un clic.
Durante dos jornadas, más de 50 colegiados debatieron acerca del resultado de las encuestas y analizaron temas clave que serán determinantes para los tiempos que se vienen. Un ejercicio necesario para desmontar mitos. ¿Qué necesitamos cambiar?
Con los hallazgos de las encuestas, se elaboró un informe que se utilizó como base para dos jornadas de trabajo con colegas, en el Colegio. En el marco de estos dos workshops, se buscó debatir, pensar y proyectar el rol del escribano y los alcances de la función en la actualidad. Los asistentes coincidieron en la importancia de esa conversación entre colegas, con la moderación y la coordinación de las especialistas que guiaron todo el proceso previo para abordar a conclusiones valiosas.
Medio centenar de escribanos volcaron sus experiencias en la institución, ya sea por su trayectoria dirigencial, el trabajo en comisiones, pero fundamentalmente a partir de la riqueza que genera el ejercicio de la profesión -que plasma en documentos jurídico-notariales- los momentos más importantes de la vida de las personas.
Entre Líneas charló con los protagonistas de estos talleres. Una de ellas es la secretaria Beatriz Álvarez, quien coordinó todo el proceso desde el minuto cero: “Es muy valioso empezar sobre lo que piensa realmente la sociedad de nosotros y qué pensamos nosotros mismos de nuestra profesión y cómo la encaramos, de nuestras oportunidades. Es un desafío enorme, pero estos dos talleres presenciales nos dieron mucho: la participación de escribanos, descubrimos qué sabe la sociedad de nosotros también”.
Para la socióloga Lucía Gómez Delorenzo, esta experiencia fue muy útil: “Es importante que todas las organizaciones y que desde el Colegio de Escribanos también abran estos espacios de participación. Eso hace no solamente a la riqueza de lo que se pueda conversar, sino también a la mirada a futuro que se tiene. Es un balance muy positivo. Que todas las profesiones, más allá de si sean liberales o no, tengan esta visión de futuro y de cómo pueden seguir aportando valor a la sociedad en su conjunto. Encontrar el valor de la profesión, cuáles son las necesidades que esa profesión está viniendo a cubrir. Esas necesidades siempre son cambiantes porque la sociedad cambia”.
Bajo esa premisa, Lucía agregó sobre las oportunidades para el notariado: “Es importante que todas las profesiones puedan tener una autocomprensión de cuál es su rol, cuál es su valor. Los escribanos tienen un activo muy importante que tiene que ver con la confianza que la sociedad deposita en ese rol. La confianza y la seriedad son valores muy importantes sobre los cuales se puede trabajar y posicionarse para trabajar también otros atributos como pueden ser la cercanía”, sugirió.
La escribana Carolina Dighero valora haber afrontado uno de los mitos más fuertes de la actividad que es el de los honorarios. “Muchas de las impresiones que tiene la población en general sobre el escribano tiene que ver con el notariado conseguido antiguamente: que somos caros, que somos inaccesibles, que no entienden para qué estamos, que en la era digital para qué hay tanto papel. Siento que el Colegio se acerca mucho más a otros ámbitos que en otros momentos y lo valoro y celebro”.
En la misma línea, se expresó el escribano Miguel Guinle cuando consideró que “desde hace 20 años hasta ahora, cambió totalmente la coyuntura. Es un momento donde tenemos que repensarnos, ver dónde podemos aportar a esta sociedad que está cambiando. Criticarnos aplicando criterios a lo que hacemos bien, a lo que hacemos mal, pero fundamentalmente lo que podemos hacer mejor”.
Para la escribana Fernanda Muntaner, el workshop “nos hizo reflexionar, nos hizo pensar, porque pusimos en la mesa los problemas del notariado que hoy tenemos todos. Lo que más me sorprendió fueron las coincidencias que hubo en cómo ve la ciudadanía del ciudadano y cómo los ciudadanos percibimos”. Fernanda optó por la ruta de la creación: “Cuanto más creamos, más podemos potenciar ese cambio”.
Pensar el mapa de los actores fundamentales para el desarrollo de la profesión: políticos, periodistas, dirigentes sectoriales. Referentes a interpelar en el diálogo institucional, disparadores de nuevas líneas de acción.
La última parte del workshop propuso un ejercicio de definir actores clave para la función. Es decir, pensar figuras del ámbito público y semipúblico que puedan influenciar en la tarea cotidiana de los escribanos: ¿quién o qué institución puede promover una ley que habilite nuevas incumbencias?; ¿quién puede inclinar la balanza en el debate de las redes sociales sobre nuestro rol y el de la actividad?; ¿qué periodista puede aportar un análisis más enriquecedor de nuestra función o desinstalar un mito infundado?, por poner algunos ejemplos.
De esos dos testeos surgieron algunas personalidades a considerar:
Ámbito público-político
- Javier Milei, presidente de la Nación
- Mariano Cúneo Libarona, ministro de Justicia
- Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado
- Santiago Caputo, asesor presidencial
- Miguel Pichetto, senador nacional
Periodistas
- Antonio Laje, La Nación+
- Eduardo Feinmann, Radio Mitre y La Nación+
- Marcelo Longobardi, Radio Rivadavia
- Jorge Lanata, Canal 13 y Radio Mitre
Instituciones o dirigentes sectoriales
- Ricardo Gil Lavedra, presidente Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal
- AFIP
- IGJ
- CUCICBA
- Congreso de la Nación
Los nombres sugeridos se plantearon respecto de la alta o baja afinidad de intereses o por su prioridad alta, media o baja en relación con los intereses de la profesión. En otras palabras, se le pidió a los asistentes definir nombres que tengan impacto en la profesión, incluso de aquellos que no responden “al gusto del notariado”, para interpelarlos o convencerlos de la conveniencia del aporte de un escribano, de que su intervención puede brindar celeridad en los trámites, que está actualizado en el uso de las nuevas herramientas tecnológicas, que puede aportar seguridad jurídica en nuevos ámbitos de la sociedad, entre otras posibilidades.
Para la escribana Álvarez, “en esta nueva era necesitamos de todos los escribanos, porque los cambios son de adentro para afuera. Necesitamos reinventarnos y la gente necesita saber más qué hacemos, que somos más didácticos. Esto recién empieza, es un gran inicio”.
Sobre la base de definir a quién hablar e interpelar, se plasmarán nuevas estrategias de diálogo con la comunidad, con un lenguaje claro y llano, mostrando la importancia de contar con un profesional que garantiza la seguridad en muchos momentos trascendentes de la vida de las personas.