A modo de contexto, el Código Civil y Comercial eliminó el principio de indelegabilidad del ejercicio de la responsabilidad parental y estableció tres supuestos que habilitan su delegación: 1) delegación de un progenitor al otro, 2) delegación a un pariente, 3) delegación a un progenitor afín. En ese sentido, Hotz valoró que el Código sancionado en 2015 haya generado una apertura dado que “en el elaborado por Vélez Sársfield era totalmente inconcebible hablar de una delegación de la por entonces llamada patria potestad”.

El autor, consejero del Colegio de Escribanos de la Provincia de La Pampa, afirmó en un video para Entre Líneas que “hoy existe esa delegación de la responsabilidad parental y está regulada en los artículos 641, 643 y 674”. 

Quien fuera becario del Consejo General del Notariado Español en 2019 destacó que “la doctrina y la jurisprudencia se han encargado de dos supuestos: en el artículo 643, la delegación en favor de un pariente con homologación judicial; en el 674, la posibilidad en favor del progenitor afín, que puede prescindir de esa homologación siempre y cuando el otro de conformidad, y que además no establece plazos máximos de vigencia hasta la mayoría de edad”.

El ateneísta de la Academia Nacional del Notariado resumió que esta legislación “abre nuevas posibilidades para la vida cotidiana, cuando uno de esos progenitores no se encuentra presente en la vida de los mismos, y es una necesidad de nuestra función notarial poder dar forma a los requerimientos en este tema”.

Son dos nuevas autoridades, los dos estrenando cargo de vocales para este Consejo Directivo 2021-23.

Sofía Sívori asumió como primera vocal suplente. La vicepresidente de la Comisión de Responsabilidad Social Notarial y Acciones Solidarias cree que “el destino me fue dando señales para ser escribana”, y antes fue -en su rol de abogada-, entre otras cosas, la encargada de coordinar la transcripción de las asambleas y directorios en escritura pública para presentar luego en IGJ: “El estudio jurídico trabajaba con la Escribanía Poggi y fue el escribano Emilio Poggi, quien me dijo un día: “Doctora, ¿usted nunca pensó en ser escribana? Tiene todas las virtudes y cualidades para serlo”. 

En su rol institucional, “desde hace varios años que de alguna forma u otra estoy dentro del Colegio, ya sea como legalizadora presencial, colaborando en los exámenes de abril y octubre, en Cuidá lo Tuyo, entre otras actividades”.

Sofía reflexiona que “al integrar varios chats de escribanos, veo las necesidades diarias y me siento como una especie de ‘puente intermediario’ entre quien necesita algo y la persona que tiene la solución. Si puedo resolver lo planteado en el momento, lo hago, y si no, casi siempre sé a quién derivar la consulta para la pronta respuesta o solución”.

La escribana tiene como referentes notariales a Julián González Mantelli: “Fue él quien despertó en mí la vocación de escribana”; y a Bernardo Mihura de Estrada: “Fue quien despertó en mí la pasión institucional. Verlo trabajar es un placer”. 

Emanuel Irala también estrena cargo de consejero. A la pregunta de por qué eligió esta profesión, nos dice: “Mi padre era escribano y de chico lo veía trabajar mucho y me llamaba la atención el respeto que le tenía la gente. Fue mi mentor y mi ejemplo a seguir, fue él quien me inculcó este amor por la profesión que, sin dudas, no se puede trabajar en esto si no hay amor y pasión”. 

“En la escribanía siempre se habló de temas de política, pero fue en el 2020 con la pandemia en donde me fui acercando y me motivó a participar. Desde este lugar, uno le va tomando otra visión a la profesión”, entiende Emanuel.

El escribano valora que “es una buena experiencia para aprender, pero sobre todo para colaborar con cuestiones que hagan al bien de toda la comunidad notarial. Y dejar, si se quiere, una suerte de huella en este camino”.